Es probable que tengáis en la cabeza empezar un proyecto digital de una web, una app u otro tipo de herramienta, pero no sepáis muy bien por dónde comenzar. En este post y su continuación trataré de daros los tips necesarios para que este proceso sea lo más suave posible. Os daré unos consejos para que evitéis las posibles fricciones que se pueden dar entre cliente y desarrolladores, casi siempre debidas a malos entendidos.
He orientado el post sobre todo al desarrollo tecnológico del proyecto digital y no al desarrollo de la idea de negocio en sí por lo que no voy a incluir en principio la elaboración de un Canvas ni el desarrollo del Plan de Negocio. No obstante, si os interesan estos temas no dudéis en contactar con nosotros.
Para empezar abordaremos lo esencial: la Idea
BAJAR LA IDEA A TIERRA
Tener clara la Idea es esencial para cualquier proyecto digital que emprendáis. Puede parecer trivial pero conocer a fondo la idea y saber transmitirla es esencial para que la parte técnica pueda desarrollarla. Debéis conocer cada recoveco del proyecto sabiendo contestar a todas las preguntas que tengan que ver con su funcionalidad. Llegados a este punto, seguramente a alguno de vosotros ya os estará dando un ataque pensando en la Experiencia de usuario (UX) y la interfaz (UI); tranquilos, las iremos introduciendo más adelante. De este modo el resultado será el esperado por vosotros cumpliendo vuestras expectativas. Debéis tener muy claros los requisitos y funcionalidades que serán necesarios en vuestro proyecto digital y para ello es preciso que tengáis siempre en mente al usuario final de vuestro proyecto. Lo primero que debéis hacer es responder preguntas del tipo… ¿por qué es útil mi idea?, ¿qué hace a mi proyecto digital diferente?, ¿por qué lo van a preferir a otros similares que ya existan?, ¿y si no existe nada parecido, por qué van a confiar otros en ella?, etc. Estas preguntas y sus respuestas os ayudarán a realizar una composición de lugar del proyecto y bajar a tierra los fundamentos del mismo. Una vez que hayáis respondido estas preguntas coged lápiz y papel y empezad a anotar la lista de requisitos y funcionalidades que os gustaría que tuviera vuestro proyecto.
Está bien pensar en el proyecto digital completo porque os da una visión global pero para arrancar con vuestra idea, lo recomendable es empezar por un MVP (“Mínimo Producto Viable” por sus siglas en inglés). El MVP es el proyecto que tiene los requisitos mínimos y necesarios que os permitirá validar la idea entre vuestros usuarios finales. Realizar un MVP os permite invertir el mínimo esfuerzo económico y os da información acerca de qué requisitos y funcionalidades les gustan a vuestros usuarios y cuáles no. Con esta información podréis pivotar y realizar los cambios necesarios para mejorar en la siguiente versión.
Pensar cuáles de los requisitos y funcionalidades de vuestra lista serán los fundamentales para dar forma al MVP no es tarea fácil, sobre todo si sois principiantes. Es muy probable que exijáis demasiados o que por el contrario os quedéis cortos. Mi recomendación es que una vez escogidos dejéis reposar vuestra cabeza uno o dos días durante los cuales se calmará la emoción y tendréis una visión más reposada de lo que verdaderamente es útil en vuestro proyecto digital. Si aun así no lo tenéis claro, repetir este ejercicio todas las veces que necesitéis. Para despejar vuestras dudas podéis preguntar a algún amigo cuyo perfil coincida con vuestro target sobre las funcionalidades que habéis elegido para ver si satisface sus necesidades. A este proceso se le llama validar la idea (normalmente incluye validar el MVP, una vez lo tengáis en marcha, con usuarios reales).
VALIDAR LA IDEA
Aunque la idea sea vuestra os recomiendo que no os enamoréis de ella. Recordad que la vais a desarrollar pensando en los usuarios finales de vuestro proyecto que son al fin y al cabo los que la van a utilizar, por tanto la opinión importante no es la vuestra sino la de ellos. Por este motivo cuantos más comentarios, opiniones y feedback tengáis de posibles usuarios mejor. Es muy conveniente realizar encuestas a posibles usuarios planteando cuestiones de usabilidad y preferencias en torno a los requisitos y funcionalidades que habéis escogido para vuestro MVP. Analizar bien sus respuestas y estudiad bien cómo encajan (o si no lo hacen) con lo que teníais planteado. Si el resultado de ese análisis no coincide con lo que esperabais, pivotad y adecuar el MVP a las necesidades reales que detectéis en vuestro target (el conjunto de todos y cada uno de esos usuarios potenciales).
Una vez que tengáis la idea totalmente definida y validada será el momento de pasar a estudiar el coste de desarrollo que tendrá. Proseguiremos con ello en la continuación de este post “Cómo empezar un proyecto digital II”.
Como os comentaba al principio no es objeto de este post explicar la metodología para el desarrollo de un plan de negocio pero recordad tener en cuenta el resto de costes asociados a vuestro proyecto además de lo que es puramente el desarrollo tecnológico para evitar sustos y sorpresas al final.
Espero que os haya sido de ayuda y si algo no ha quedado claro o necesitáis que amplíe algún concepto no dudéis en contactar con nosotros.